miércoles, 11 de septiembre de 2024

EL VENDEDOR DE SANDUCHES

 ACLARACION

Cualquier parecido con la vida tuya o mía, son puras coincidencias, porque los seres humanos somo así, nada nos hace diferentes, reímos, lloramos, compartimos gratos momentos y también los tristes, esta historia contada, es real, sucedió la semana pasada, me pasó a mí y no la voy a editar tanto, no la voy a embellecer para no quitarle lo auténtico, lo real. 


UNA CALLE CUALQUIERA (FUÉ EN URDESA)

Cada uno lleva su cantidad de sueños e ilusiones, el vendedor y el comprador,  el primero tiene un canasto con sus productos que no alcanzo a ver, ellos se encuentran en la acera del frente, lo que sí veo es una botella de refresco que saca de una funda de plástico y le sirve en un vaso, no sé como mantiene el refresco helado, a veces la gente se las ingenia, son artistas y encuentran soluciones donde nosotros pecamos de completamente inútiles y solo encontramos problemas. Me imagino que vende sanduchitos hechos de ese pan enrollado o de ese pan de dulce de panaderia de barrio, tan ricos, tan humildes, con algún queso fresco, una buena rebanada así como otra buena rebanada de mortadela de la más corriente, que se saborea con placer, con gusto, con el gusto que nos da la necesidad, la precariedad, pero tambien el momento.

LA CIRCUNSTANCIA

El cliente es el guardia de la clínica donde realiza sus rondas, ambos conversan, se nota cierta familiaridad entre ellos, como que se conocen, como que el señor para por ahí, todos los días, a eso de las cinco y tantos de la tarde y como que el ya es un cliente habitual. Conversan, no sé de qué, pero me imagino que conversan de aquello que todos los seres humanos conversamos, de las ilusiones, de los hijos, de las esperanzas, de los sueños, de las desesperanzas, de las impotencias, tal vez  de una esposa enferma, o quizá de su hija, o tal vez su madrecita, o un hijo descarriado, o la alegría del primer trabajo de su hijo, o de una hija que se casa, o de una promoción, ascenso o mejora en la remuneración, o de que para las vacaciones se va para algún lado porque algún compadre lo ha invitado, vaya usted a saber, yo miro esta obra de teatro, desde la acera del frente donde estoy en el carro, esperando que mi hijo salga de la oficina donde trabaja, para llevarlo a casa, soy el espectador que no ha pagado su boleto por ver esta obra de la vida, por ver una sonrisa que aflora entre ellos mientras conversan amenamente de tantas cosas, felices por un rato, distraídos en la conversa, alegrándose de las alegrías del otro y apenándose por sus tristezas, los vehículos pasan en ambos sentidos, la calle semi desierta.

LA DESPEDIDA

Por fin sale mi hijo. Toca despedirse a lo mudo de esos dos actores de la acera del frente que no me conocen así como yo no los conozco a ellos, tán solo su circunstancia pasajera, y me despido con un que el Señor los bendiga, que el Señor los proteja porque aquí no queda nadie más a quien pedirle protección, porque si estamos esperando que la policía o el gobierno nos proteja, nos pillará sentados y mejor confesados, armándonos de paciencia. Que Dios los ayude a cumplir con sus sueños y con sus necesidades y a mí también que me ayude con las mías que yo las tengo y por montón, porque yo soy actor de mi propia obra, de mi propio drama, de mi propia tragicomedia.

FIN

Si te gustó este sanduche, cómetelo y comparte esta historia con tus amigos, con tu familia. 

Si quieres que escriba sobre algún tema en especial, también házmelo saber porque de seguro tienes una y mil historias muy lindas e interesantes, dignas de ser escritas y compartidas. Puede ser que conozcas algo de este tema que merezca ser publicado, si es así, agradecería tu ayuda, tú me avisas, tú me dices, tú me contradices, tú me maldices.

Si no te gustó, da igual, ojalá que el próximo sanduche sí te guste, siempre hay oportunidad de prepararlo mejor, para que sea de tu agrado y lo comas con gusto. 

Si tienes algún comentario, por favor escríbelo  haciendo CLIC en Publicar un comentario, mas abajito, no seas vago, mueve tu dedito. Ya sabes, tal vez no te conozca, pero sí te quiero. Un gran abrazo y que estés muy bien. Y RECUERDA LO RICO DE UN SANDUCHE TAMBIÉN DEPENDE DE TÍ, PORQUE PUEDES HACER QUE LO MÁS HUMILDE SE SABOREE COMO MANJAR, Y EL MANJAR MAS RICO TE SEPA A CUALQUIER OTRA COSA, HASTA YA TU SABES A QUÉ .....

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