MI PASO POR PEDRO CARBO
Había ingresado como oficial de crédito de un banco estatal, en la Agencia del Cantón Pedro Carbo, ya que por el momento esa era la única plaza disponible y er cuestión de tomarlo o de tomarlo, como dijo una conocida de mi esposa, Pepito, esto es lo que hay, esto es lo que tengo para ofrecerle, así que disfrútelo y coma callado. Bueno, a mí no me lo dijo sino al primo de un amigo creo yo.
Esta agencia queda en la Avenida 9 de Octubre y Leopoldo Gordon, pleno centro de este pueblo de la provincia del Guayas y como a la semana de haber llegado a estos lares vino una Oficial Master desde Guayaquil a capacitarnos, y lo digo en plural porque también asistieron dos oficiales de la Agencia Daule a recibir el curso, los tres en igualdad de condiciones de ignorancia sobre la institución y el uso del sistema COBIS.
Mantendré en el anonimato el nombre de la Oficial Master, Diana Tapia, se llama la chica, de Milagro, no es que de Milagro se llamaba así, sino que había nacido en Milagro me contó algún día.
La capacitación duró dos días, en el primero fueron informaciones generales de la institución y en el segundo ya fuimos a temas específicos sobre la concesión del crédito, los perfiles de los clientes, la morosidad, etc, etc y ahí fué donde se dió la cosa.
La cosa fué que yo intervine, comentando, comparando contra mi experiencia y Dianita tuvo a bien decirme que yo estaba mal ubicado, así que le pregunté si quería que me sentara en otro lado, cerca de la ventana, del baño o de la puerta cercana a la escalera. No, don Fun Sang, me respondió, usted está mal ubicado aquí, usted debiera estar dando este curso y me dijo que cuando regresara a Guayaquil iba a recomendar mi reubicación.
Con Dianita estuvimos en contacto hasta antes de que ella saliera de la institución. Yo ya había salido de Babahoyo pero como tenía que hacer papelería en la Sucursal Mayor, algún día nos topamos allí, conversamos y me contó que la habían bajado de puesto, como que habían suprimido la posición de Oficial Master y que ya estaba por retirarse, que todo había cambiado, pero bueno, este es un comercial que debí haberlo puesto después para no confundirte amado lector.
Entonces hagamos como que pasamos por alto el párrafo anterior, como que nos hacemos los locos y decimos que no lo hemos leído aunque todos sabemos que si ya estamos leyendo estas lineas es porque ya lo leímos, lo digerimos, lo entendimos, pero si la vida tiene sus reveses y recovecos como no vá a tenerlos este cuento chino.
Asi que pasó la siguiente semana casi sin novedad hasta que una mañana bien de mañana, no recuerdo bien si fué un jueves o un viernes, o quizás un lunes, tal vez un martes, no sé si fué miércoles, en que recibí una llamada de la encargada del talento humano de la Sucursal Mayor para decirme que había una vacante como Gerente Provincial de Los Ríos, con sede en Babahoyo, para preguntarme si aceptaba el puesto. Claro que le dije que no, inmediatamente, sin pensarlo ni por un minuto, le dije que no lo dudara que estaba aceptado el encargo, que para qué me preguntaba, bueno seguramente ella se habrá topado con gente exquisita que le responden que no, pero este no era mi caso.
Habiéndose retirado, como a la semana me llamaron de la Sucursal Mayor Guayaquil para decirme que si yo aceptaba el puesto de Gerente Provincial en Los Ríos, a lo que yo contesté que la pregunta como que estaba demás, que por supuesto que sí. Inmediatamente lo hicieron oficial pasándolo por el famoso QUIPUX, así que se lo comuniqué verbalmente a Johnny, el Jefe de Agencia, de que me retiraba, de que ahi los dejaba, Y porqué te vas me preguntó, donde vas José Antonio? Que te importa le respondí. No, le dije que no me retiraba de la institución sino que me trasladaba a Babahoyo con el cargo de Gerente Provincial y claro que al escuchar esto, se rió, pensó que le estaba tomando el pelo, entonces me dí cuenta de para qué valía el QUIPUX y se lo mostré. Ah carijos exclamó, entonces ha sido verdad, te felicito. Me despedí con cierta emoción ya que en el poco tiempo de mi permanencia en esa Agencia, había desarrollado un odio hacia todo el personal, no, de verdad, que me trataron bien todos, en especial Aydita Tutiven quien me enseño mucho sobre la institución y sobre el sistema COBIS.
ALLA VOY BABAHOYO
No me dieron tiempo a cambiarme de calzoncillo tan siquiera, aunque eso no me importaba ya que un gran sabio chino dijo que un calzoncillo puede usarse hasta por 4 ocasiones, si uno le va dando las vueltas respectivas. De Talento Humano Guayaquil me habían indicado que me presentara inmediatamente en Babahoyo para recibir mi puesto asi que tomé un bus desde la cosmpolita Pedro Carbo para dirigirme hacia la terminal terrestre de Guayaquil y luego hacer conección con el vuelo de la FBI hacia Babahoyo, pensar que nosotros somos el único país en el mundo que tiene a una Agencia de Los Estados Unidos a cargo de una cooperativa de transporte. Claro que iba ansioso, con expectativas, con muchas ganas de hacer un buen trabajo. Me había propuesto que mi curva de aprendizaje fuese de 3 meses para comenzar a rendir frutos, así que con ese norte en mente viajaba. Nunca antes había vivido en Babahoyo, sólo había sido viajante de paso, tocaba ver qué me deparaba el destino.
Quien primero me recibió en la Sucursal Babahoyo fué la oficial encargada de procesar los créditos en el sistema, que luego supe que se llamaba LA FABRICA, el sistema, no la oficial, no creo que ninguna mujer tenga ese nombre tan refeo pero lo aclaro por si acaso alguien se confunda. Una vez ingresado los datos en el sistema, podia revisarse toda la información pertinente para el anáisis correspondiente y su negación o aprobación, ese es el trabajo de este chica, digo la Oficial, la cual tenía muchas pecas en su cara, si hasta parecía de aquellos guineos bien maduros, así que no sabiendo su nombre, la bauticé para mí como Pequitas.
Pequitas me recibió con amabilidad ella, muy atenta por cierto, es que su oficina o la oficina de LA FABRICA queda adjunto a la oficina de la Gerencia Provincial, es decir a lo que sería mi oficina. Después me enteré de su nombre, Eliana, que era madre soltera y que era muy babosa ya que vivía en Baba, muy cerca de Babahoyo, de manera tal que todos los días tenía que realizar el viaje de ida y de vuelta.
Se hizo de noche y la chinita y la chinita tenía miedo de estar solita, favor no pregunten por qué carajos inserté este párrafo, creo que tenía hambre.
Había llegado con la luz del día pero ya se había hecho de noche, la antesala de la gerencia era bastante oscura y tuve que esperar, al poco rato llegó la Gerente Zonal con su asistente, funcionaria de larga trayectoria en la institución. Qué se puede aprender en menos de dos horas es realmente poco, esa fué toda la inducción que recibí. Creo que esa noche regresé a Guayaquil, muy emocionado por cierto, a compartir con mi esposa y mis hijos todos los pormenores y a agradecer a Dios por la oportunidad. Ahora que lo pienso, me tocaron buenos tiempos ya que por esos días no habían secuestros de funcionarios como los hay ahora.
MI EXPERIENCIA PREVIA EN INSTITUCIONES FINANCIERAS
La verdad es que nunca antes había gerenciado un banco, lo que sí es que había auditado bancos nacionales y extranjeros, financieras, etc, relevando todo el sistema, haciendo pruebas de cumplimiento sobre los controles internos, cartas de recomendaciones, revisando la cartera, evaluando garantías, etc.
Igual, toda esta experiencia anterior me valió. El auditor externo debe adaptarse rápidamente a cualquier entorno y eso fué lo que pasó. No me quejo, aprendí de todo, desde cómo tratar desde el más petulante hasta el más humilde, comer de prisa en el carretero, de soportar a gente malcriada, de ayudar a gente con créditos bien dados para sus economías de subsistencia, de ir arriba a la punta de un cerro a gestionar una recuperación de la cartera, de toparme con creditos concedidos en circunstancias dudosas donde no se veía ni pizca de la supuesta inversión para la cual fué solicitado y concedido, de asistir obligado a reuniones politiqueras de los candidatos a presidente, de trabajar con limitaciones de recursos, de poner de mi bolsillo para comprar combustible para la camioneta que solo la utilizaba para fines oficiales es decir para hacer recorridos del banco. Pude visitar mi provincia, conocerla, soy rioense, Quevedeño de cepa, de ancestros chinos, de la capital ecuatoriana del chaulafán. de abuelos chinos y abuelas Vinceñas y Quevedeñas. Me dolí de mi provincia que se merece como todas mejor suerte al igual que su gente, de cómo los políticos de turno solo llega para época de elecciones para hacer las mismas ofertas de siempre y que como siempre nunca cumplen y si cumplen, a qué costo, porque todo tiene un sobreprecio altisisisisimo.
MI DIA A DIA
Al principio no me quedaba a dormir en Babahoyo, pero poco a poco el día a día me fué consumiendo y veía como los temas se iban acumulando. En una institución pública mucho del tiempo se va atendiendo gente que se presenta con motivo y sin motivo, con razón y sin razón, hay que asistir a reuniones con dirigentes que amenazan con cerrar las carreteras porque no se les da credito, algunos de los cuales aprovechan de su "liderazgo" para que se les conceda crédito aun cuando son morosos reincidentes, cosa que les cuento, yo no hice, si cumplia con los requisitos bien, si no, regrese cuando tenga todo en orden, porque aquí el responsable es el que pone la firma y no se acepta la excusa de que se recibió una orden de Guayaquil, de Quito o de algún político importante del gobierno de turno. También había que salir a visitar a clientes potenciales, promocionar los productos financieros, visitar morosos para hacer recuperación de la cartera.
Así que decidí a quedarme viviendo en Babahoyo y para esto conversé con mi esposa. Al principio me quedaba en un hotel, pero era un poco molesto esto de que me cambiaran de habitación semana tras semana. Esto de vivir en Babahoyo me permitia quedarme hasta más de las siete de la noche en el Banco, realizar las aprobaciones de los créditos luego de las cinco de la tarde ya que a partir de esa hora no se atendía al público.
Terminaba cansado porque la bendita silla de gerencia tenía un hueco en el respaldar, eso es lo que llamo ahorro de cocineras, ya que por lo incómoda incide en el rendimiento puesto que el individuo se agota, se malhumora y no atiende bien, no rinde bien, pero vaya usted y expliquele eso a los burócratas encargados de las compras a ver que le dicen.
Y cuando reclamé por un vehículo para poder hacer las visitas de captación, colocación y recuperacion, me indicaron que en el garage había uno pero que le faltaban las llantas, que había que pedirlas a Guayaquil, todo un trámite, sí señor, al fin llegaron las llantas usadas pero no había plata en caja chica para poder colocarlas, menos aún para alinearlas y balancearlas, así que yo tuve que poner de mi bolsillo para estos menesteres, así se trabaja en las instituciones públicas, no todo es color de hormiga, hay peores colores.
SOLO ARROZ CON MENESTRA Y POLLO ASADO
En el hotel tampoco es que tenía amistades, había gente de los laboratorios farmaceúticos con quienes me topaba a la hora del desayuno y en las noches en el recibidor del hotel. Uno de ellos, un hombre de mayor edad que la mía, un poco regordete, bonachón como todo vendedor, al hombre le llamaban don Buca, no se porqué y laboraba para un laboratorio que quedaba cerca o mejor dicho al lado de lo que fue IFESA, sí, aquella, la de los discos. Don Buca, una noche en que coincidimos en el recibidor del hotel, me preguntó si ya había comido y entonces me sugirió ir a comer a una casa de familia donde preparaban almuerzos también. Hizo una llamada telefónica para anunciar que iríamos, preguntó sobre lo que podrían ofrecernos de cena y lo único que podían ofrecernos esa noche eran patacones con queso criollo, así que no nos quedó mas que seguir la práctic de Carlita, la amiga de mi esposa de persinarnos, digo de resignarnos y aceptar con gusto lo que se nos ofrecía. Pa llá fuimos, tomamos un taxi de la calle y nos julepeamos, este asunto quedaba por el estadio, en la calle paralela a la avenida principal. Efectivamente era una casa de familia, nos recibieron cordialmente, con la calidez que uno no encuentra en los comedores de la calle ni en los restaurantes de los hoteles. El televisor prendido con el noticiero de las siete de la noche aún transmitiendo las noticias comunes de cada día, un asesinato por aqui, un robo por allá, accidemtes, muertos, en fin, la cotidianidad del ser humano en muchos lugares, noticias sobre corrupción no se daban porque en ese tiempo en que el gobierno manejaba todo, no es que no ocurrían, sino que difundirlos a través de la prensa no estaba permitido, así es la democracia y la libertad de prensa en los gobiernos socialistoides.
El cafecito con patacones y queso estuvo bien, preguntamos qué habría de almuerzo al siguiente día, volví, ni recuerdo que comí, lo que si recuerdo, como dijera don Manuel, un amigo, ya fallecido, "esto tá gueno Don Pepe". Con don Buca conocí algunos visitadores a médico que concurrían al almuerzo a esta casa, me agradaba este momento ya que podía distraerme escuchando sus andancias, sus visitas, escuchar sus anécdotas.
Para ser justo con Babahoyo, después descubrí que habían dos lugares donde se podía comer mariscos, un chifa mejor que los de Guayaquil, un lugar que atendia en una mesa en una calle, donde tenían una linda paila llena de moro, mas que de moro, de cocolon y donde servían chuleta, carne, pollo, seco. También fuí a comer a un lugar de cangrejos, a otro que servía caldo de salchicha, todos bastante bien, porque hay que hablar la verdad..
MI SECRE, NO MI SECRETO, SINO MI SECRE TARIA
En la gerencia contaba con el apoyo de una secretaria, diligente pero que no estaba en capacidad de ayudarme en los temas operativos y técnico. Asi que me quejé no de mi secre sino del trabajo acumulado y en una visita que me hicieran de la zonal, recién me dijeron que había el puesto de asistente técnico, con presupuesto aprobado y que nada más tenía que realizar la selección y pasarla a Guayaquil para su contratación, pinches pendejos que recién me avisan mientras yo estaba ahogándome en la tramitología.
Ya para esto, como les había contado, yo estaba viviendo en Babahoyo, ya que eso de levantarme cada día a las cinco de la mañana, tomar taxi para el terminal, coger el bus de transporte interprovincial, llegar a Babahoyo, tomar taxi para la Sucursal Provincial y regresar a las cinco, era demasiado cansado, entre bus y taxi, me tomaba aproximadamente cuatro horas el viaje de ida y vuelta, mucho cansancio y mucho dinero.
LAS CARPETAS
Le dije a mi secretaria, María Eugenia que me consiguiera carpetas para el puesto de Asiste Técnico y ella así lo hizo, las leí, seleccioné unas cuantas y deseché otras, entre ellas (las que deseché) estaba la de Zulay, porque teniendo el título de economista, me pareció que no contaba con el perfil adecuado para la posición, mas, una noche, necesité enviar un QUIPUX de respuesta y no sabiendo cómo, le dije a María Eugenia que lo hiciera y ella me contestó:
-La cagada ingeniero.
-Cómo que la cagada? Se hizo popó? Sufre de incontinencia rectal? Hoy se olvidó y no se puso los pañales TENA?
-Ya ingeniero, deje de decir sandeces.
-Entonces qué?
-La cagada porque yo no se utilizar el bentidot QUIPUX.
Chuta, esto si que no lo podía creer, no entendía como estaba ahí y no manejaba la herramienta refiriéndome al QUIPUX, no sean mal pensados hijos de la chiingada.
Así que aquí comienza.
-Ingeniero Fun Sang, puedo llamar a una amiga que si sabe manejar el QUIPUX?
-Qué pregunta María Eugenia, pero llámela ya por Dios. En este tipo de situaciones en las que todo agnóstico se vuelve creyente, pero yo no lo soy, es el primo de un amigo.
Al cabo de un rato no muy largo estuvo en la oficina la amiga de María Eugenia, y quien creen ustedes que era? Ta, tan, llegó por fin la protagonista de la historia, la que va a permitir atar todos los cabos y hacer que todo este cuento chino cobre sentido.
-Ingeniero, le presento a mi amiga Zulay, ella nos va a ayudar con el tema del QUIPUX, tiene un doctorado en París y otro en la New York University of QUIPUX y otras especialidades parecidas.
No, en realidad no fue eso lo que dijo, fué una presentación casi formal.
-Entonces María Eugenia, que ella nos ayude con el tema pero usted preocúpese de aprender a usarlo correctamente, que luego deberá enseñarme a mí.
Pronto salimos del lio, chao, chao.
-Ingeniero ha sido un gusto y se despidió y hasta ahí llegó el asunto.
Me acordé de que la carpeta de Zulay yo no la había calificado para entrevistas porque en aquel momento pensé que su perfil no se apegaba en un 100% a los requerimientos del puesto. Sin embargo de lo cual al haber acudido ella presta, muy voluntariosa, a ayudarme, me permitió reconsiderar mi evaluación preliminar, así que el tema quedó para consultarlo durante las horas de sueño, con don Morfeo, mi consejero.
Al día siguiente, al levantarme don Morfe ya tenía una sugerencia puesta sobre el tapete, sobre la mesa, bueno no sé donde mismo la había puesto pero ya la tenía. Contrátela hombre, contrátela, mire que por título es Economista, es joven, tiene ganas de aprender, entusiasmo, voluntariosa, excelente actitud.
-Bueno, bueno, don MORFE, pero usted está que le echa flores, pero tiene algo malo.
-Claro que sí, está fuera de la institución, así que si quiere contar con una colaboradora así, contrátela pues.
Y así sucedio como dirían en Radio Bolívar cuando de niño yo escuchaba esas historias fantásticas que hasta miedo me daban.
Sumillé su carpeta, la envié a Talento Humano en Guayaquil y se la contrató. En realidad no me equivoqué para nada, fué una buena decisión. Con mi recomendación se la contrató inmediatamente y se convirtió en mi brazo derecho, persona leal que cuidaba mis espaldas y me tenía informado de todo lo que acontecía en el banco y se ocupaba de mi agenda de trabajo y me ayudaba con los informes. etc. Claro está que inmediatamente se ganó la enemistad y el odio de algunos, eso, le dije, ocurre en todos lados, ya que cizaña crece libremente en cualquier pradera por muy verde que ésta sea la envidia y el resentimiento abundan en los corazones. En resumen ESA ES LA ACTITUD que se necesita y por eso, este escrito va por ella. Zulay estuvo en el momento indicado que era cuando se necesitaba su ayuda y en el lugar preciso, en el Banco, donde yo pude ver su actitud.
CUANDO SALI DEL BANCO
Aunque mi ingreso al Banco no fué político, mi salida si lo fué, se necesitaba que la Gerencia fuese ocupada por una persona mas proactiva, con esto se quiere decir, menos técnica y mas política, que se preocupe de los votos y no de la concesión de créditos a quienes realmente lo necesitan, ni de la recuperación de los créditos vencidos, así que me dijeron que muchas gracias. De cualquier manera los únicos que son eternos son los diamantes y con mi familia sabíamos que más pronto que tarde eso podría ocurrir, eso de que a uno lo renuncen sin mas ni mas, como quien canta la salsa quitate ahí que ahora vengo yo. Así que lo que tenía que pasar, pasó y pusieron a otra persona y ahora felices los cuatro, el deudor moroso, el nuevo gerente con orientacion política, el banco y el gobierno con sus votos. Pero si me preguntan si valió la pena, tengo que confesarles algo: CLARO QUE SI!. Las experiencias hay que disfrutarlas, hacer que tengan sentido, que sean gratificantes y para eso hay que trabajar duro, muy duro señores.
FIN
-SI LLEGASTE HASTA EL FIN ES PORQUE TE GUSTÓ, NO LO NIEGUES, AGRADEZCO TU TIEMPO.
-SI TE GUSTÓ ESTA HISTORIA, QUE BIEN, COMPARTELA
-SI NO TE GUSTÓ, COMÉNTAMELA
-SI QUIERES QUE ESCRIBA TU HISTORIA, HAZMELO SABER