domingo, 17 de marzo de 2024

NOTAS DE UN SECUESTRO (HISTORIA BASADA EN HECHOS REALES)



PREAMBULO

NOTAS DE UN SECUESTRO ofrece dos versiones: una corta y otra larga,ambas igualmente absorbentes. En este relato inspirado en hechos reales ocurridos en enero del 2024, Sofía y su hija Ana enfrentan el horror del secuestro en un entorno controlado por bandas criminales. Sumérgete en una narrativa llena de suspense, giros inesperados y una lucha desesperada por la supervivencia. ¿Lograrán encontrar la paz en medio del caos? Descubre la historia completa en sus dos fascinantes versiones. Este es un nuevo género que estoy explorando porque se trata de un drama policial, de un secuestro, una categoría tanto nueva como fascinante por todas sus aristas. Espero que la disfrutes. Ahí te va.

LA VERSION CORTA DE UN CUENTO UN POCO LARGO

Ana, una gerente financiera con una vida aparentemente perfecta, vive junto a su hija Sofía en Cimas de Bim Bam Bum, al norte de Guayaquil. Una noche, mientras se dirige a recoger a Ana de una fiesta en Los Olivos, una ciudadela del Sector Ceibos en Guayaquil, es emboscada por una banda de criminales despiadados. La arrastran a punta de pistola a un oscuro callejón y la suben a un vehículo, dejando atrás su mundo seguro y confortable para sumergirla en un abismo de terror.

Los secuestradores, cuatro hombres con miradas frías y sin escrúpulos, la llevan a un lugar desconocido en las profundidades de Punta Arrecha, una zona peligrosa y controlada por pandillas en las afueras de Guayaquil. Allí, en una casa de seguridad sombría y lúgubre, los espera El Viejo, el siniestro líder de la banda, cuya reputación infunde miedo en todos los que lo conocen. Punta Arrecha está controlada por Los Lagartos, una peligrosa organización criminal que trabaja en asociación con el cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), lo que aumenta aún más la peligrosidad del lugar. Ana se encuentra a merced de estos criminales, cuyas vidas marcadas por la violencia y la adversidad los han convertido en seres despiadados y sin piedad.

Mientras tanto, Sofía queda sumida en un estado de angustia y desesperación al darse cuenta de que su madre nunca regresará por ella. Con la ayuda de su tío Hernán, un hombre valiente pero con un pasado oscuro, Sofía emprende una búsqueda frenética para encontrar a su madre antes de que sea demasiado tarde. Hernán, consciente de la peligrosidad de la situación, contacta al comandante de policía del distrito Ceibos y juntos trabajan contra reloj para localizar a Ana y a los secuestradores ante la justicia.

La tensión alcanza su punto máximo cuando, después de intensas negociaciones y arriesgadas maniobras, logran dar con el paradero de Ana y rescatarla de las garras de sus captores. Sin embargo, el trauma del secuestro sigue persiguiendo a Ana y a su madre, quienes toman la decisión de viajar a Estados Unidos en busca de un nuevo comienzo lejos del peligro constante y la inseguridad de su país natal.

A pesar de haber escapado del infierno en el que se encontraban, la sombra del pasado sigue acechando a Sofía y su familia. Los secuestradores, liberados por un sistema judicial corrupto y disfuncional, ya están planeando un nuevo secuestro mientras el país se hunde cada vez más en el caos y la desesperación.


AHORA LA VERSION LARGA DE UN CUENTO UN POCO CORTO

NOTAS DE UN SECUESTRO

En una noche oscura y silenciosa, donde la realidad supera a la ficción, se desarrolla nuestra historia. Inspirada en hechos reales, esta narración te llevará a través de los giros y vueltas de una negociación desesperada por la vida de una mujer atrapada en las garras del secuestro, al leerla, ten presente que aquí se mezclan realidad y fantasía, porque lo que el escritor no llegó a conocer, tiene que imaginárselo.

La planificación

Allí en Punta Arrecha se había planificado todo, la verdad es que esto no toma mucho tiempo, es como una receta ya sabida donde lo que se hace es repasar las tareas que cada uno tiene. El Viejo, como siempre esperará en la casa de seguridad. Los cuatro, en un SUV robado esa misma noche, las armas alquiladas, el abogado ya saben, uno tiene su profesional de confianza, con los contactos debidos. El perfil, repasemos, una vieja de cincuenta en adelante, es que aquí no hay elegancia en los términos ni palabras rebuscadas. Seguimos, una vieja de cincuenta en adelante, preferible en carro de alta gama, que vaya sola, mejor que sea de madrugada, hay que buscar en la parte norte, desde Ceibos hasta retorno 3 en la via a Salinas, porque el 2 y el 3 son oscuros y ahí es una encerrona de donde no tienen como salir. Mata Amigos irá al volante porque el hombre se las sabe, es recursivo, además que conoce todas las triquiñuelas, metódico, revisa siempre el vehículo para que no se queden botados por pendejadas que a veces así pasa, la ley de Murphy decía El Viejo. El Barbie adelante en el asiento del acompañante y atrás los otros dos, Caresapo y Niño Bonito.



La casa de seguridad tiene su provisión de agua y alimentos, no se sabe cuánto va a durar la joda. El Viejo es el encargado de negociar, el hombre sabe dónde apretar las tuercas, hasta ahora lleva como 4 secuestros, todos exitosos hasta aquí, pero no hay que confiarse, la vida da vueltas en un segundo y todo se puede putear, irse al traste por pendejadas, así que mejor ser precavido que lamentar. El arma preferida del viejo es una Glock 9 milímetros, arma de las mas confiables y letales, esta arma la había conseguido en el mercado negro, tenía borrado los números de serie. El resto de la banda usaba Taurus o armas de fabricación artesanal no tan confiables, que se usaban mas bien para exhibición ante las víctimas con el propósito de amedrentarlas.

Lugar ideal, identificación de la víctima con el perfil definido, saliendo de ciudadela de clase media alta al igual que el carro, no viejo, ya saben. Seguimiento, intercepción, guerra sicológica, insultos, maltratos, amenazas de muerte, después calmarla, diciendo que si coopera todo va a salir bien, todo debe de hacerse máximo en dos o tres minutos, Mata Amigos al volante con el vehículo listo para salir pitando, se me bajan dos armados apuntando a la víctima, mientras que el tercero está afuera, con una automática, pilas, pilas, por si acaso un sapo se les atraviese, sapo civil, militar o policía, da igual, hay que defenderse atacando primero.Esto debe tomar segundos.

Hay que aprovechar para ensayar, interceptado el vehículo, sacar a la víctima si es posible sin resistencia alguna para que el asunto ni se putee ni se demore, el tiempo es crucial, tomar las calles adecuadas donde no se hacen batidas, estar pilas, alertas, lo imprevisto puede mandar todo al carajo, a la verga, como dice el viejo, quien se encarga personalmente de entrenar a su gente. Se dice que el viejo había llegado a ser oficial del ejército y que lo habían capacitado gringos e israelitas y se había especializado en guerra de guerrillas, en guerrilla urbana, que sabía hacer explosivos, que era ducho en combate cuerpo a cuerpo y que conocía las armas de memoria, las de corto y largo alcance, desarme, limpieza, aceitado, que era experto en lucha cuerpo a cuerpo, pero eso era lo que se decía lo que se rumoraba, aquí se deja que las leyendas te hagan crecer pero no se revelan ni nombres ni pasado, ni familia, mejor es así porque al cortar lazos con el pasado, con los seres queridos, uno se expone menos.

La Piraña, lista para apoyar, había hecho cursos de enfermería y una vez había estado practicando en el área de emergencias del hospital del suburbio donde heridas de arma corto punzante o de armas de fuego son lo común en un fin de semana y los lunes también porque los domingos se festeja, se chupa, hay partidos de fútbol y por huevadas la gente se encabrona, se emputa y aquí la cosa no es de insultos, aquí las posiciones se mantienen cuchillo en mano o mejor si es un arma de fuego y sabe una cosa, aquí cuando usted saca el arma es para usarla porque si duda un segundo se jode, el otro no sabe cuál es su intención y si puede le dispara. Así que la Piraña podía asistirlos con los primeros auxilios, limpiar, suturar, coser, hasta poner sueros sabía la man, pilas, pilas.

El secuestro



La noche envolvía los oscuros callejones de Los Ceibos mientras la ciudad dormía. En una casa de la ciudadela Cimas de Bim Bam Bum, Ana, una mujer de mediana edad, se preparaba para salir. Gerente Administrativo Financiero de una multinacional, su vida solía ser una rutina calculada, pero esa noche cambiaría todo porque a eso de las 02:00 a.m., Ana salió en su vehículo de lujo, con destino a recoger a su hija, Sofía, que estaba de fiesta en Los Olivos. Sin embargo, la noche pronto se convirtió en una pesadilla cuando Ana se dio cuenta de que estaba siendo seguida. Con el corazón a punto de explotar, aceleró, pero los secuestradores mantenían una distancia corta, no dejaban que ella se separase proyectando una sombra acechante en la oscuridad, marcando el inicio de un cuento de terror que aún no termina. Cuando finalmente la rebasaron, tres hombres armados la rodearon. Ana se sintió atrapada en una película de terror, con un saco de tela pútrida cubriéndole la cabeza, sofocándola, impidiéndole respirar libremente. Seguramente la llevaban a algún lugar desconocido, ahora se encontraba a merced de sus captores.


Punta Arrecha

Yo también me sorprendí por el nombre, pero efectivamente así se llama y queda ubicada en el Guasmo Sur, es un sector de la cooperativa Batalla de Tarqui, cerca de la Playita, allí queda la casa de seguridad donde mantuvieron secuestrada a Ana. Antes asesinaban allí a una persona cada 48 horas pero los muertos ahora se cuentan a diario.

Allí estaba El Viejo, el cerebro detrás del oscuro plan. Intentando calmar a Ana, le aseguró que si cooperaba, todo terminaría pronto. Pero sus palabras apenas aliviaron la angustia de la mujer quien temía por su vida.

Dicen que en el Guasmo viven más de 500.000 personas, allá queda Punta Arrecha donde la gran mayoría de los pobladores viene de Esmeraldas, afrodescendientes muchos de ellos, vienen escapando de la miseria de la provincia rica pero pobre para engrosar los cinturones de miseria de la gran ciudad. Es que por allá no hay nada, solo olvido y promesas falsas en tiempos de campaña, pero de que faltan los puentes para comunicar las poblaciones, siguen faltando desde que yo me acuerdo, por allá dentro por San Francisco de Onzele dicen, alguna vez Tony el Suizo, les había construido un puente peatonal que daba hasta para pasar en moto, sí esos puentes lindos que en tiempos del coronel, ustedes ya saben a quien me refiero,  se prohibió su construcción gratuita porque no accedió a ponerle letreros indicando que era obra de su gobierno,  que vaina que por no mentir, a Tony El Suizo se le dijo que no podía seguir haciendo puentes allá donde los gobiernos no hacían y aún no hacen nada.

Y cuando se viene acá, la gente se siente atrapada, también se viene a majar calle, a majar lodo en invierno y a soportar polvo en verano, por acá se construyó algo dicen, que fue bueno para la foto, pero que al principio funcionó pero luego se echó al carajo por falta de mantenimiento. Dicen que uno tiene que salir a trabajar pero yo, madre soltera cómo  le hago si no tengo dónde dejar estos dos hijos míos, que me dejó Pedro Mina para luego escaparse el muy pendejo, porque solo para eso sirven los hombres se quejaba amargamente Luz, una morena que había venido de Mataje, colindante con Colombia. Es que no sé a quién se le ocurre bautizar a su hija con el nombre de Luz, cuando apenas nació se vio que daba para eclipse, ella toda negra, iba a decir excepto por su blanca dentadura sin acordarme que los niños recién nacidos vienen sin dientes porque si no, durante la lactancia dejan a las pobres madres sin pezones de tanta masticadera y chupadera. Cuenta el cuento de quien lo contó, que cuando parió, la partera le preguntó, negra y cómo le vas a poner y como en el campo uno se alumbra con candil y no se veía muy bien, Tomasa, la parturienta, gritó luz, para ver bien el sexo del recién nacido vivo como dicen los doctores y la partera, pensando que ése era el nombre, le dijo, bueno, si esa es tu voluntad, ponle Luz a ver si de verdad cuando sea grande nos ilumina para qué, no sé, pero que sea un sol brillante ante tanta oscuridad. Y ahí se termina el cuento del nombre de Luz, ironía verdad?

Sabía usted, amable lector que acá en Punta Arrecha mandan los Lagartos, acá ellos dominan todo. Si, el viejo se había apoderado de la casa, sí, de la casa que ahora era la casa de seguridad,  con la cacha de la pistola, de la Glock,  había sonado la puerta, una noche, como a la medianoche y les había dicho que el necesitaba la casa, que se fueran, que les daba hasta el mediodía del siguiente día para desocupar y que es mejor que a esa hora la casa estuviese vacía pero de personas, porque necesitaba que todos los enseres se los dejaran, refri, cocina, cama, muebles todo, que se fueran con lo puesto, con la ropa. Es que así son las historias mi niña, mi niño, aquí se vive de esta manera, aquí a usted se lo petatean por resabiado, por no querer hacer lo que le dicen que haga, o le dan piso por sapo, usted ya sabe, por irse de lengua contando lo que no le conviene, para qué? No se meta, no sea pendejo, si total usted no va a resolver años de violencia y siglos de olvido. Acá hay que pagar vacuna por pasar de una calle a otra, acá se escuchan disparos mañana, tarde y noche, acá no hay paz, no hay calma, solo zozobra, la policía por acá no entra aunque ellos saben todo, donde se reúnen, las caletas, quienes contaminan los barcos, las casas de seguridad, donde están los carros robados, a quien llamar para negociar la devolución pagando un rescate, todo, todo lo saben.

En los Olivos

Mientras tanto en Los Olivos todo era un caos, la fiesta había terminado abruptamente. Ana, antes de salir de Cimas, había llamado a su hija Sofía para indicarle que pronto la recogería. Para quienes conocen de Los Ceibos y sus alrededores saben que a esa hora de la madrugada, desde Bim Bam Bum a Los Olivos, el trayecto apenas toma 10 minutos cuando mucho, el hecho es que habían transcurrido más de 30 y Ana no llegaba. Desesperada Sofía había alertado a Hernán, su tío del cual se decía que tenía ciertas manchas en su pasado que no quiso revelar nunca ni a su propia familia porque el mismo decía que era mas negro que la noche mas oscura,  trabajaba en una empresa relacionada con temas de seguridad y era un experto en dispositivos de rastreo vehicular, quien no dudó ni un instante en llamar al Coronel Pérez, Jefe del Distrito Ceibos y su contacto de la Policía Nacional quien inmediatamente coordinó con  agentes de la UNASE para que se pusieran a su disposición. Dada la vinculación estrecha entre ambos, el Coronel pidió a los oficiales de la UNASE que  se saltaran el protocolo de 48 horas de espera e inmediatamente se disparó el dispositivo de búsqueda y le dijo a Hernán que no pusiera denuncia alguna porque eso entorpecería el rescate que estaba seguro que si sucedería.

Bendito GPS



Con la ayuda del localizador y la asistencia de los agentes de la UNASE, ubicaron el vehículo en Punta Arrecha, en un taller de mecánica, logrando la captura  de dos de los secuestradores que ya estaban por borrar los números del chasis para poder venderlo. Esperaban encontrar a Ana ahí, pero no, no estaba y entonces los nervios afloraron, ya estaban desesperados. El oficial a cargo del operativo le dijo a Hernán, que seguramente los secuestradores capturados conocían de la ubicación de la casa de seguridad, que había que presionarlos un poco para obtener esa información. Presionarlos un poco en el argot de la UNASE, significa un golpe por aquí, otro golpe por allá, una funda en la cabeza para provocar sofocación, o sumergir la cabeza en un recipiente lleno de agua que para el caso bien puede ser un retrete.

Pero Ana no tiene ese dinero



El aire estaba cargado de tensión en la casa de seguridad de Punta Arrecha. Los secuestradores se mantenían alerta, con los nervios a flor de piel, mientras los familiares de los captores intentaban desesperadamente negociar la liberación de Ana, quien ya les había dicho que esa cantidad de veinte mil dólares que exigían era una completa locura, que ella tenía como cincuenta mil pero en deudas, que estaba a punto de declararse en bancarrota y que no le iba a quedar más que dedicarse al robo o al secuestro para superar el bache financiero en que se encontraba. Chistecito que a Ana le costó un cachazo en la cabeza por parte del Viejo, con la Glock y que pronto comenzó a manar sangre amén del tremendo dolor que le produjo, eso te pasa por payasa le dijo.

La situación financiera de Ana era precaria, luego de la separación, su mundo se derrumbó y estuvo un tiempo sin trabajar, fue cuando se llenó de deudas y a duras penas consiguió pagar los estudios de su hija en el exterior, pero así mismo, llenándose de más y más deudas, pero que se puede hacer cuando se carece de fortuna? sino dejarle a los hijos una buena educación, de la académica  y más que todo, de la familiar, para que sean personas de bien para la sociedad.

Mientras, en  la sala oscura, iluminada solo por la luz de unas velas titilantes, Ana permanecía atada y vendada, su respiración entrecortada por el miedo y la incertidumbre, pensando angustiada una y mil pendejadas de esas que a uno se le ocurre cuando está en esa situación. Que será de mi hija, moriré? Que hará cuando yo muera? Se casará con Felipe, ese que ya tiene cuatro años de marinovio y que no formaliza nada, que parece que solo quiere casa, dama y chocolate. Afuera de su mundo y del remolino de pensamientos que pasaban por su mente, los secuestradores discutían en voz baja, intercambiando miradas cargadas de ansiedad, solo quedaban El Viejo y dos más. En un rincón de la habitación, el líder de la banda, El Viejo, observaba la escena con frialdad calculada. Sabía que cada minuto que pasaba aumentaba el riesgo de ser capturados, pero también entendía el valor de su rehén como moneda de cambio en la delicada negociación que se avecinaba, ahora ya no se trataba de dinero sino de un intercambio.

Conozcan a la Piraña



Piraña, la hermana del Mata Amigos, uno de los secuestradores capturados, lloraba de la rabia, ella también formaba parte de la banda, pero esa noche no pudo ir con ellos, su hijo estaba volando en fiebre, padre desconocido, madre soltera,  violencia intra-familiar y extramuros, familia disfuncional, monoparental, qué más puedo contarles para completar el cuadro, lo único que le quedaba era su hermanito quien siempre se metía en problemas, había salido medio bruto el hombre, en fin, sangre de su sangre. Piraña había quedado marcada por la vida que le había tocado vivir, por eso era ella toda violencia. Le habían apodado la piraña porque decían que se comía a cuanto hombre conocía, que no le hacía asco a nada, pero que luego, luego, luego, los desechaba sin pena alguna, sí, así, como lo están leyendo, porque el amor no fue parte de su vida, porque solo había conocido el desamor de los gritos, de los golpes, de las amenazas a ella y a su madre, y luego de su violación, es que a quién le queda un gramo de aor en el cuerpo luego de esa vida.

La negociación


Mientras tanto, afuera, los familiares de los secuestradores, es decir, la Piraña y un hermano del Barbie,  aguardaban el desenlace, ironías de la vida, dos de los secuestradores ahora eran rehenes. Con lágrimas en los ojos y la esperanza como única compañía, suplicaban a las autoridades y a los negociadores que consideraran la posibilidad de llegar a un acuerdo. Giros del destino, pasaron en poco tiempo, de exigir y amenazar, a rogar y suplicar.

Finalmente, después de horas de tensas discusiones y amenazas veladas, se llegó a un punto muerto. Los secuestradores exigían la liberación inmediata de sus seres queridos a cambio de la vida de Ana y de los veinte mil dólares. Pero las autoridades se negaban a ceder sin garantíasde que la víctima sería entregada sana y salva y del dinero, nada, que se olviden o de lo contrario cambiarían uno por uno, es decir, El Barbie por Ana y al Mata Amigos, el hermano de la Piraña, lo entregarían pero muerto. Entre los pandilleros, los apodos no se ponen por gusto, evidencian un rasgo, una característica que los distingue en ese submundo. Al Barbie le habían puesto ese apodo por feo, por gordo, la antítesis de la muñeca y al Mata Amigos, lo apodaron así porque por su carácter explosivo, irracional totalmente, ya tenía como tres corvinas a su haber, sólo por el lado de los amigos, amén de los encargos, de los enemigos, de los pitos con los de las otras bandas por controlar el territorio.

El impasse era palpable, con el destino de Ana pendiendo de un hilo frágil. Cada palabra, cada gesto, era crucial en el delicado baile de la negociación, donde un paso en falso podía significar la diferencia entre la vida y la muerte. Finalmente, después de horas de tensión insoportable, un acuerdo se alcanzó.

En un lugar apartado, lejos de los ojos curiosos y las cámaras indiscretas, se llevó a cabo el intercambio. Ana fue liberada, su cuerpo tembloroso y su espíritu quebrado por la experiencia traumática. Pero mientras abandonaba el lugar de su cautiverio, una sensación de alivio se mezclaba con el dolor y la angustia. Sabía que su vida nunca volvería a ser la misma, marcada por las cicatrices invisibles de su terrible prueba y la sombra ominosa de lo que podría haber sido si la negociación hubiera fallado.

Hernán agradeció a la gente de la UNASE y les entregó mil dólares por la ayuda recibida. Fue noticia como por tres días, en donde los medios hacían énfasis en el tremendo trabajo profesional de la UNASE que había logrado liberar a la víctima sin que mediara derramamiento de sangre. A la prensa se les dijo que no se había logrado capturar a ninguno de los malhechores, que habían huido por el estero, amparados por la oscuridad de una noche oscura, donde las sombras terminan por tragarse todo.

El trauma post-secuestro



Después del traumático evento del secuestro, Ana y su hija Sofía quedaron profundamente afectadas. Cada ruido repentino, cada sombra en la oscuridad, desencadenaba un torrente de recuerdos dolorosos y temores paralizantes. Ana, una vez una mujer segura y exitosa, ahora se encontraba luchando contra el insomnio y los ataques de pánico. Su mente se veía invadida por imágenes perturbadoras del incidente, y el simple acto de salir de casa se convertía en una hazaña monumental, porque sentía tal pero tal pánico que durante tres meses no fue a la oficina y solo hacía teletrabajo. Sofía, por su parte, se aferraba a su madre con desesperación, temiendo perderla de nuevo en medio de la oscuridad implacable del mundo exterior. Cada vez que Ana se alejaba, un nudo de ansiedad se apretaba en su pecho, recordándole el terror de la incertidumbre y la impotencia, ningún capturado, solo mentiras al país con la complicidad de los medios.

Juntas, madre e hija compartían una carga de dolor y trauma que amenazaba con consumirlas por completo. Cada día era una batalla para encontrar un resquicio de normalidad en un mundo que parecía haber perdido todo sentido de seguridad y paz.

Chao pescao



Finalmente, después de largas semanas de lucha interna y agonía, Ana tomó una decisión radical. Con el apoyo de su familia, decidió dejar Ecuador atrás y buscar refugio en Estados Unidos, donde tenía una hermana dispuesta a acogerlas, por suerte sus pasaportes y visas se encontraban vigentes y marcharon con lo puesto, porque cada día temían recibir una llamada, una amenaza, una extorsión, es que les habían contado de historias negras en que los criminales se vengaron y regresaron para matar a quienes los habían denunciado. Así que vendieron su casa, dejando atrás los recuerdos dolorosos y los fantasmas del pasado mientras se preparaban para una nueva vida en tierras extranjeras y partieron hacia un destino desconocido, con la esperanza de encontrar la paz y la seguridad que les habían sido arrebatadas de manera tan cruel, por suerte ambas hablaban inglés y había estudiado en los Estados Unidos, así que tenían el conocimiento del idioma y del medio. Para Ana y Sofía, el viaje al exterior representaba más que una simple búsqueda de seguridad física. Era un intento desesperado por encontrar una cura para las heridas invisibles que las habían dejado marcadas de por vida. Y aunque el camino hacia la sanación sería largo y difícil, estaban dispuestas a enfrentarlo juntas, con valentía y determinación, dejando atrás el pasado para siempre.

Y que pasó con la banda del Viejo?

Nada, eso de la justicia implacable queda para la página escrita, los secuestradores se salieron con la suya, no fueron ni capturados, peor condenados y más que para advertencia, sirvieron de ejemplo para aquellos que se atrevieran a emprender un camino similar en el futuro, de que aquí la impunidad está garantizada y de que el crimen sigue siendo un buen negocio. Seguramente con nuevas identidades y bajo la protección de la delincuencia organizada continuarían sus actividades ilícitas en la clandestinidad, siempre acechando en las sombras y esperando el momento adecuado para volver a actuar. 

 FIN

Si esta lectura te secuestró, tu tiempo fue el precio del rescate, favor compártela en tus círculos, recuerda que es una historia inspirada en hechos reales.

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Si no te gustó, que te digo, también házmelo saber, para enviarte ya tu sabes donde, no, coméntamelo porque siempre hay oportunidad de mejorar y te lo agradezco.

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